La colaboración público-privada, motor de la i+d en medicina de precisión
Por Javier Urzay, Subdirector General de Farmaindustria
La investigación y desarrollo de nuevos medicamentos para poner a disposición de los pacientes nuevos tratamientos cada vez más eficaces constituye la razón de ser del sector farmacéutico innovador, que vive en la actualidad un proceso de transformación sin precedentes debido a la revolución que supone la digitalización y al inicio de la nueva era de la medicina personalizada.
Ambos factores están determinando la forma en la que las compañías afrontan la I+D biomédica, un ámbito en el que los laboratorios están realizando esfuerzos cada vez más importantes en España. De hecho, en 2017 el sector batió su propio récord de inversiones en I+D, con 1.147 millones de euros, con lo que consolida su liderazgo en la industria española.
Frente al modelo de años atrás, cuando gran parte de estos fondos se aplicaban en el entorno de las propias compañías (intramuros), hoy ya casi la mitad (47,2%) se destinan a proyectos de investigación que se desarrollan en colaboración con hospitales y otros centros tanto públicos como privados (extramuros). Este esquema de colaboración público-privada supone un estímulo de primer orden para el tejido investigador en España, y en particular el público.
Por todo ello desde Farmaindustria consideramos que es necesario profundizar en esta senda para seguir estimulando la I+D biomédica de excelencia. Para lograrlo contamos con dos programas específicos, tanto en el ámbito preclínico como en el clínico. En el primero contamos con el programa de cooperación Farma-Biotech, que promueve la colaboración entre la industria farmacéutica y el mundo de la investigación biomédica (pymes y otros equipos) en la búsqueda de proyectos con potencial innovador y con expectativas de convertirse en un fármaco innovador autorizado y disponible para los pacientes a medio plazo. Los más de 500 proyectos presentados desde 2011, con más de un centenar de ellos seleccionados por el programa, dan idea del impacto de la iniciativa.
El segundo programa es el denominado BEST, que cuenta con la participación de todos los agentes implicados, tanto públicos como privados, para crear una plataforma de excelencia en investigación clínica de medicamentos. Hoy implica activamente a 45 laboratorios, 60 hospitales, 13 autonomías y varios grupos de investigación independientes, y contribuye al salto de calidad que España ha dado en los últimos años en el ámbito de los ensayos clínicos, donde se ha convertido ya en país de referencia.
Estos dos ejemplos demuestran, a nuestro juicio, que la colaboración público-privada debe ser la base sobre la que se siga asentando la I+D biomédica en los próximos años. Los hechos muestran que el cambio de modelo de investigación que implica la llegada de la medicina de precisión ofrece una gran oportunidad para España en general y para los pacientes en particular. Con la colaboración de todos los agentes del sistema sanitario tenemos que aprovecharla.
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