Avance en NeurologA�a
Entre los diversos tipos de tumores cerebrales cancerA�genos, el 70% corresponde a los astrocitomas, cuya fatalidad puede llegar al 90% de los casos. Los astrocitomas se desarrollan a partir de las mayores y mA?s numerosas cA�lulas del sistema nervioso central, los astrocitos, que asA� se denominan porque tienen forma de estrellas. En el marco de una investigaciA?n que lleva adelante la biA?loga Valeria Valente, de la Facultad de Ciencias FarmacA�uticas de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de la ciudad de Araraquara (Brasil), y con el apoyo de la FundaciA?n de Apoyo a la InvestigaciA?n CientA�fica del Estado de SA?o Paulo (FAPESP), se apunta a identificar los mecanismos que dotan a los astrocitomas de tamaA�a agresividad y a hallar formas de mejorar el tratamiento de los pacientes.
Entre los diversos tipos de tumores cerebrales cancerA�genos, el 70% corresponde a los astrocitomas, cuya fatalidad puede llegar al 90% de los casos
En este estudio, realizado en el A?mbito del Centro de Terapia Celular (CTC), uno de los Centros de InvestigaciA?n, InnovaciA?n y DifusiA?n (CEPIDs) que cuentan tambiA�n con el apoyo de la FAPESP, se identificaron las alteraciones genA�ticas con mayor potencial de generar agresividad, que se constituyen asA� en potenciales biomarcadores de pronA?stico. Y esos genes pueden convertirse a su vez en blancos terapA�uticos. «Descubrimos que es muy fuerte la correlaciA?n existente entre las alteraciones en la expresiA?n de los genes de reparaciA?n de las cA�lulas de los astrocitomas y el diagnA?stico de prolongaciA?n de la vida de los pacientes», resume Valente.
Esta investigaciA?n se enfocA? en los glioblastomas, uno de los cuatro subtipos presentes en la clasificaciA?n de los atrocitomas de la OrganizaciA?n Mundial de la Salud, y el mA?s agresivo: los pacientes con este tipo de tumor tienen un diagnA?stico de prolongaciA?n de su vida de 14 meses en promedio.
«Nuestro interA�s consiste en caracterizar las alteraciones celulares que promueven el comportamiento agresivo de los glioblastomas, tumores cuya mortalidad es muy alta y que prA?cticamente son intratables, tanto a causa de su agresividad como por su ubicaciA?n en un A?rgano delicado y vital como el cerebro», explica Valente.
La investigadora y su equipo trabajaron con cA�lulas de astrocitomas extraA�das de 55 pacientes en el Hospital de ClA�nicas de la Facultad de Medicina de RibeirA?o Preto, en busca de firmas de expresiA?n gA�nica asociadas al tiempo de prolongaciA?n de la vida de los pacientes. Los resultados de esta investigaciA?n se publicaron en Tumor Biology. Entre las muestras analizadas habA�a 42 cA�lulas de glioblastomas (grado IV), seis de astrocitomas de grado III y seis astrocitomas de grado II, mucho menos agresivas pero de todos modos fatales: la prolongaciA?n de la vida de los enfermos puede llegar a los cinco aA�os.
«En esas comparaciones hallamos 19 genes cuya expresiA?n se encontraba significativamente alterada. En algunos de ellos, la expresiA?n se encontraba reducida. Pero en la mayorA�a de los casos la misma aparecA�a sumamente aumentada. Algunos surgA�an hasta 100 veces mA?s expresados en el tejido tumoral que en el tejido sano», explica Valente.
«Por eso definimos cuA?les eran las firmas de expresiA?n gA�nica representativas de estas alteraciones aisladas o de todas las combinaciones posibles, e investigamos si existA�a una correlaciA?n entre la presencia de la firma y la prolongaciA?n de la vida de los pacientes». Esta bA?squeda se efectuA? utilizando un conjunto de casos mucho mayor, cuyos datos estA?n disponibles pA?blicamente, lo que dota de fuerza estadA�stica al estudio.
Una vez detectadas las firmas genA�ticas existentes en las muestras, los pacientes quedaron separados en dos grupos: los que cargaban una determinada firma y aquA�llos que no la portaban. Tras verificar el tiempo medio de prolongaciA?n de la vida en cada grupo, los investigadores puderon detectar la presencia de firmas relacionadas con un peor pronA?stico de los pacientes. Se estableciA? de ese modo una metodologA�a capaz de predecir la agresividad de la enfermedad con base en la presencia de cada una de las firmas gA�nicas. «La alteraciA?n en un solo gen puede estar relacionada con un peor diagnA?stico», afirma la biA?loga.
«Desarrollamos una estrategia tendiente a correlacionar las firmas gA�nicas con el comportamiento tumoral, lo que puede permitir la predicciA?n del pronA?stico de los pacientes e impulsar el desarrollo de nuevas terapias», afirma Valente. Mientras no se encuentra una cura para los astrocitomas mA?s agresivos, la prioridad de los oncA?logos consiste en detectar lo mA?s tempranamente posible su existencia, de manera tal de comenzar rA?pidamente el tratamiento (quirA?rgico, radioterapA�utico o quimioterapA�utico), para poder prolongar lo mA?ximo posible la vida de los pacientes.
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