CientA�ficos EspaA�oles y BritA?nicos desvelan el funcionamiento del cerebro

Septiembre 2014.- La teorA�a de las redes complejas (TRC) dispone una serie de herramientas metodolA?gicas para el anA?lisis de las propiedades topolA?gicas y dinA?micas de un conjunto de sistemas en interacciA?n y, segA?n un equipo del Centro de TecnologA�a BiomA�dica (CTB) de la Universidad PolitA�cnica de Madrid, puede ayudar a entender mejor el funcionamiento del cerebro. AsA� lo ha reconocido este equipo de expertos en el A?ltimo nA?mero de ‘Philosophical Transactions of the Royal Society’, en un artA�culo conjunto con cientA�ficos de la Universidad britA?nica de Cambridge, en el que han abordado el desarrollo de nuevas metodologA�as que permitan analizar y comprender mejor los datos experimentales obtenidos del registro de la actividad cerebral.

Estos cientA�ficos se han centrado en la aplicaciA?n a las neurociencias de la teorA�a de redes complejas, que combina tA�cnicas de la dinA?mica no lineal, la fA�sica estadA�stica y la teorA�a de grafos y puede aportar una nueva perspectiva al anA?lisis del cerebro. «La TRC permite estudiar cA?mo las redes anatA?micas cerebrales estA?n organizadas y cA?mo condicionan los procesos dinA?micos que en ellas ocurren», segA?n Javier M. BuldA?, de la Universidad Rey Juan Carlos. Asimismo recuerda que ha pasado ya mA?s de una dA�cada desde las primeras aplicaciones de la TRC en neurociencia y, a pesar de que se han alcanzado algunos logros importantes, el potencial de este tipo de estudios corre el riesgo de quedarse en una «eterna promesa», dado que no ha producido ningA?n punto de inflexiA?n o cambio radical en la forma en la que se estudia el cerebro.

Por ello, el objetivo era «cristalizar las fortalezas, debilidades, dificultades y posibles futuros avatares de la teorA�a de redes complejas en las neurociencias, con el fin de comprender si se puede ir un paso mA?s allA? de donde se ha llegado», ha aA�adido David Papo, investigador del CTB y uno de los editores del nA?mero especial. La publicaciA?n contiene artA�culos de revisiA?n crA�tica, pero tambiA�n nuevos trabajos con enfoques innovadores en el tratamiento del cerebro como una red compleja, como, por ejemplo, la utilizaciA?n de potenciales evocados para el estudio de la transmisiA?n de informaciA?n a travA�s de las conexiones entre regiones cerebrales. TambiA�n se combinan estudios puramente teA?ricos, con modelos neuronales, con trabajos experimentales o de neurociencia clA�nica, cubriendo de esta manera gran parte del amplio espectro de problemas que es posible atacar con este tipo de metodologA�a.

«La teorA�a de redes complejas podrA�a ayudarnos tambiA�n en la clasificaciA?n de enfermedades o en la predicciA?n la dinA?mica cerebral, tanto a escalas rA?pidas, como sucede en la percepciA?n, como en tiempos muy lentos, como ocurre en la evoluciA?n», afirma Papo. Otro de los grandes retos es el control de la actividad cerebral, con el objetivo de dirigirla hacia regA�menes deseados, o incluso para la evaluaciA?n del mA?ximo potencial del cerebro, «pudiendo ayudar a averiguar lo que se puede aprender y lo que no». Sin embargo, aA?n no hay un desarrollo formal que permita analizar este tipo de problemas que, en algunos casos, no han llegado incluso ni a plantearse.