Cuestionan inmunidad de por vida
A los estudiantes de medicina se les enseA�a que las personas que resultan infectadas una vez con ‘Toxoplasma gondii’ –el llamado «parA?sito del gato»– estA?n protegidas contra la reinfecciA?n para el resto de su vida, pero este dogma debe cuestionarse, segA?n argumentan varios investigadores en un artA�culo publicado en ‘Trends in Parasitoloty’. Sus preocupaciones se derivan de un puA�ado de estudios de casos en los que mujeres embarazadas a finales de los aA�os 20 y principios de los 30 que se sabe que fueron infectadas por ‘T. Gondii’ al nacer, se vio que carecA�an de protecciA?n inmunolA?gica durante el cribado que se realiza a las gestantes.
TambiA�n apuntan al misterio de la disminuciA?n global en el nA?mero de personas que resultan positivas respecto a la inmunidad a la toxoplasmosis. Por ejemplo, en los aA�os 60, las evaluaciones de mujeres embarazadas en Francia encontraron que el 80 por ciento o mA?s tenA�an anticuerpos contra el parA?sito, una cifra que se redujo al 30 por ciento en 2010 y se espera que siga cayendo. Este cambio, tambiA�n observado en Estados Unidos, podrA�a deberse a una mejor higiene de los alimentos (en particular, una mejor preparaciA?n y calidad de la carne –de vacuno, cordero y venado, que son especialmente propensos a portar el parA?sito–) y su transmisiA?n de ‘T. Gondii’ a los seres humanos.
«Hemos presentado la hipA?tesis de que, en el pasado, las personas mantenA�an sus anticuerpos contra ‘T. Gondii’, ya que era muy probable que volvieran a infectarse», dice el autor principal FranA�ois Peyron, parasitA?logo del Hospital Croix-Rousse en Lyon, Francia. Y continA?a: «Ahora que la presiA?n parasitaria ha disminuido, creo que la gente estA? menos estimulada y pierde su inmunidad. Es exactamente lo que vemos con la malaria». La incertidumbre alrededor de la tasa de infecciA?n por toxoplasma se debe en parte a la poca frecuencia con la que se informa sobre ella. Aparte de los inmunocomprometidos, sA?lo una minorA�a de las personas experimentarA?n sus efectos secundarios, que normalmente consisten en sA�ntomas similares a la gripe, despuA�s de entrar en contacto con el parA?sito.
Una vez dentro del cuerpo, el parA?sito unicelular viaja a travA�s de la sangre hacia el cerebro y los mA?sculos, donde forma quistes. Los investigadores creen que estos quistes permanecen en una persona infectada durante toda la vida y que su presencia vuelve a activar el sistema inmunolA?gico, pero Peyron y sus coautores, SolA?ne Rougier, del Hospital Croix-Rousse, en Lyon, Francia, y JosA� Montoya, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, estA?n cambiando esta idea. La toxoplasmosis es especA�ficamente un problema cuando una madre estA? infectada durante el embarazo, ya que si no se detecta y no se trata, el parA?sito se extenderA? al niA�o en desarrollo y puede terminar con el embarazo o hacer que el bebA� desarrolle anomalA�as en el cerebro o los ojos.
Algunos paA�ses, como Francia, examinan con regularidad a las mujeres embarazadas que no han tenido ninguna exposiciA?n previa a ‘T. Gondii’ para asegurarse de que se detecta pronto cualquier infecciA?n. Este estA?ndar de atenciA?n podrA�a necesitar revisarse si hay evidencia suficiente que demuestre que la infecciA?n previa con ‘T. Gondii’ no es suficiente para prevenir la reinfecciA?n de las mujeres en gestaciA?n.
«Tenemos que estar preocupados por ‘T. Gondii’, aunque se ha demostrado claramente que el tratamiento clA�nico es muy eficaz para prevenir la infecciA?n fetal y reducir las enfermedades asociadas –subraya Peyron–. En nuestra opiniA?n, este aspecto de la salud pA?blica no ha sido bien investigado en muchos paA�ses, especialmente en Estados Unidos, y si mantenemos bajo el precio de las pruebas, entonces el costo de la detecciA?n regular en las mujeres embarazadas de la toxoplasmosis resulta menos costoso que el precio de cuidar a un niA�o que desarrolla discapacidades como resultado de la infecciA?n». El grupo de investigaciA?n planea seguir a cientos de pacientes para identificar cuA?ndo y para quiA�n podrA�a estar disminuyendo la inmunidad a ‘T. Gondii’. Por el momento, recomiendan que las mujeres embarazadas continA?en siguiendo las pautas para evitar la infecciA?n por el parA?sito, como practicar hA?bitos seguros con la comida y lavarse las manos. Los investigadores tambiA�n advierten a las que estA?n embarazadas que no se consideren protegidas y hablen con su mA�dico acerca de si y con quA� frecuencia deben hacerse la prueba del parA?sito.
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