DiagnA?stico del Parkinson
Una simple prueba de rascar y oler podrA�a algA?n dA�a ayudar a identificar a algunas personas con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson hasta diez aA�os antes de que la enfermedad pueda ser diagnosticada, segA?n un nuevo estudio publicado en ‘Neurology’, A?rgano oficial de la Academia Americana de NeurologA�a. El estudio encontrA? que los adultos mayores con un mal olfato son mA?s propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson que las personas que se desenvuelven mejor en la prueba del olor. Los cientA�ficos tambiA�n encontraron que el vA�nculo era mA?s fuerte en los hombres que en las mujeres. La prueba consiste en que las personas huelan 12 olores comunes, como canela, limA?n, gasolina, jabA?n y cebolla, y escojan la respuesta correcta de cuatro opciones.
El estudio fue uno de los primeros en analizar el sentido del olfato y la enfermedad de Parkinson en personas de raza negra, ya que trabajos recientes han demostrado el vA�nculo en los asiA?ticos y los blancos. «Estudios previos han demostrado que los negros son mA?s propensos a tener un olfato pobre que los blancos y, sin embargo, pueden ser menos propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson», apunta el autor del estudio, Honglei Chen, del Colegio de Medicina Humana de la Universidad Estatal de Michigan, en East Lansing, Estados Unidos, y miembro de la Academia Americana de NeurologA�a.
«No encontramos ninguna significaciA?n estadA�stica de un vA�nculo entre el mal olor y la enfermedad de Parkinson en los negros, pero puede haber sido debido al pequeA�o tamaA�o de la muestra. Se necesita realizar mA?s investigaciA?n para seguir estudiando un posible vA�nculo», aA�ade. El trabajo incluyA? a 1.510 personas blancas y 952 personas de raza negra con una edad promedio de 75 aA�os que realizaron la prueba de rascar y oler y luego fueron seguidos durante un promedio de diez aA�os. Los investigadores buscaron ver quiA�n habA�a desarrollado la enfermedad de Parkinson durante ese tiempo y dividieron a los participantes en tres grupos basA?ndose en sus puntuaciones en la prueba del olor: mal olor, medio y bueno.
«No encontramos ninguna significaciA?n estadA�stica de un vA�nculo entre el mal olor y la enfermedad de Parkinson en los negros, pero puede haber sido debido al pequeA�o tamaA�o de la muestra. Se necesita realizar mA?s investigaciA?n para seguir estudiando un posible vA�nculo»
Durante el estudio, 42 personas desarrollaron la enfermedad de Parkinson: 30 blancos y 12 negros. Las personas en el grupo de olfato pobre presentaban casi cinco veces mA?s probabilidades de desarrollar la patologA�a que las que estaban en el grupo de sentido del olfato normal. Entre las 764 personas con mal olfato, 26 personas desarrollaron Parkinson, en comparaciA?n con siete de las 835 personas con buen sentido del olfato y nueve de las 863 personas con un sentido del olfato medio. Los resultados se mantuvieron iguales despuA�s de que los investigadores ajustaron otros factores que podrA�an afectar al riesgo de la enfermedad de Parkinson, como el tabaquismo, el consumo de cafA� y los antecedentes de lesiA?n en la cabeza. El estudio mostrA? una fuerte relaciA?n entre la prueba del olor y el desarrollo de Parkinson hasta seis aA�os despuA�s. La asociaciA?n se mantuvo mA?s allA? de seis aA�os, pero no fue tan fuerte.
«Los estudios anteriores habA�an mostrado la predicciA?n de la enfermedad de Parkinson cerca de entre cuatro a cinco aA�os despuA�s de que se realizara la prueba del olor –dice Chen–. Nuestro trabajo muestra que esta prueba puede ser capaz de informar sobre el riesgo mucho antes que eso».
Chen seA�ala que no todas las personas con puntuaciones bajas en la prueba del olfato desarrollarA?n la enfermedad de Parkinson. AdemA?s, considera que se necesita mA?s investigaciA?n antes de que la prueba del olfato pueda utilizarse para detectar la enfermedad de Parkinson en la poblaciA?n general porque la enfermedad afecta a un porcentaje bajo de la poblaciA?n y porque una puntuaciA?n baja en la prueba no descarta otras causas de problemas con el olfato. Chen apunta como una de las limitaciones del estudio que mientras que se siguiA? a los participantes a lo largo del tiempo, determinando cuA?les de los participantes desarrollaron la enfermedad de Parkinson al final del estudio, es posible que algunos casos se hayan perdido o se hayan cometido errores, especialmente porque la enfermedad puede tardar mucho tiempo en diagnosticarse en algunos casos.
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