InflamaciA?n descontrolada
Investigadores de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, han desentraA�ado el funcionamiento de un importante tipo de cA�lula inmune cuya existencia era desconocida hace tan sA?lo unos aA�os. Hallaron que este tipo de cA�lulas mantiene un tope en la respuesta inmune, previendo la inflamaciA?n descontrolada.
Sin embargo, se convierte en rara y propensa al mal funcionamiento en el cuerpo humano incluso en personas saludables a medida que envejecen. Esto podrA�a ayudar a explicar por quA� nuestro sistema inmunolA?gico es cada vez mA?s caA?tico a medida que la edad avanza.
Los investigadores identificaron la causa principal del mal funcionamiento de estas cA�lulas y las vincularon a un trastorno autoinflamatorio, la arteritis de cA�lulas gigantes. Ellos sospechan que esta conexiA?n se puede mantener tambiA�n durante enfermedades mucho mA?s comunes relacionadas con la edad. Los resultados, publicados en ‘Journal of Clinical Investigation’, sugieren posibles nuevos enfoques para restaurar la funciA?n de estas cA�lulas.
Como brigadas de asalto del sistema inmunolA?gico que se expanden y luchan cuando se enfrentan a un patA?geno o un tumor incipiente, deben contraerse y volverse pacA�ficos luego, para que no se daA�en los tejidos sanos, segA?n la autora principal del estudio, Cornelia Weyand, profesora y presidenta de InmunologA�a y ReumatologA�a.
«Afortunadamente, el sistema inmunolA?gico ha incorporado frenos –aA�ade Weyand–. Las llamamos cA�lulas T reguladoras». Cuando un patA?geno invade el cuerpo o surge una cA�lula cancerosa o se administra una dosis de vacuna, el sistema inmunolA?gico se activa, producendio anticuerpos que atacan las cA�lulas infectadas y tumorales o sospechosas, y que secretando sustancias que estimulan la seA�alizaciA?n copiosa de nuevas medidas en modo de ataque.
Si no fuera por las cA�lulas T reguladoras, esta reacciA?n en cadena podrA�a ir sin control, provocando inflamaciA?n crA?nica, seA�ala Weyand. Eso es lo que comienza a suceder en muchas personas a medida que envejecen, que su respuesta inmune tiende a volverse hiperactiva y descontrolada. «El envejecimiento del sistema inmunolA?gico se vuelve menos centrado –menos capaz de defenderse contra el cA?ncer e infecciones o responder con firmeza a las vacunas– y mucho mA?s inflamatoria», afirma Weyand.
Desde hace tiempo se sabe que existen las T reguladoras, pero las A?nicas conocidas pertenecA�an a una categorA�a de cA�lulas inmunes llamadas cA�lulas T CD4, que se han ganado su apodo como «cA�lulas T helper», al participar en la expansiA?n de la respuesta inmune, en oposiciA?n a la contracciA?n. Pero las cA�lulas Tregs CD4 suprimen la activaciA?n y proliferaciA?n de cA�lulas T auxiliares mediante la secreciA?n de sustancias anti-inflamatorias, por ejemplo, o al absorber los factores de crecimiento.
En un trabajo publicado en ‘Journal of Immunology’ en 2012, Weyand y sus colegas identificaron un conjunto de cA�lulas T reguladoras que provienen de una categorA�a diferente de cA�lulas T llamada CD8. Las cA�lulas T reguladoras CD8, las cuales, de forma anA?loga a las cA�lulas T reguladoras CD4, representan sA?lo una pequeA�a fracciA?n de todas las cA�lulas CD8 (tambiA�n llamadas «cA�lulas T asesinas» porque atacan directamente a cA�lulas infectadas y cancerosas) difieren en aspectos clave de sus homA?logas de CD4, las cA�lulas T helper.
Para empezar, los dos tipos de cA�lulas se pueden distinguir por la presencia diferencial, en sus superficies, de las proteA�nas llamdas respectivamente CD8 y CD4. En el nuevo estudio, Weyand y sus colegas encontraron muchas mA?s diferencias.
A diferencia de las cA�lulas T reguladoras CD4, que circulan libremente por todo el torrente sanguA�neo y los tejidos, las cA�lulas T reguladoras CD8 preferentemente establecen su residencia en los ganglios linfA?ticos, el bazo y otras regiones, donde enormes ejA�rcitos de reserva de cA�lulas T auxiliares potencialmente bA�licas, se preparan o proliferan para entrar en circulaciA?n en busca de tejidos cancerosos o infectados. Esta proximidad pone las cA�lulas T reguladoras CD8 en condiciones de acabar con la activaciA?n de las cA�lulas T helper desde el principio.
Otros experimentos demostraron que las cA�lulas T reguladoras CD8 fabrican grandes cantidades de una enzima llamada NOX2, que empaquetan en pequeA�os paquetes unidos a la membrana y los transfieren al techo de las superficies de las cA�lulas T auxiliares. Estos paquetes cargados con NOX2 son absorbidos por las cA�lulas T auxiliares y dentro de su nuevo hogar, las enzimas producen grandes volA?menes de sustancias de seA�alizaciA?n altamente reactivas que disminuyen activaciA?n y proliferaciA?n de las cA�lulas T helper.
Con muestras de sangre de individuos sanos desde el Centro de Sangre de Stanford, los investigadores observaron que las cA�lulas T reguladoras CD8 eran sA?lo la mitad de comunes en la sangre de las personas 60 aA�os o mA?s que en la sangre de los de 20 a 30 aA�os de edad. AdemA?s, se vio un descenso de la producciA?n NOX2 en las muestras de cA�lulas T reguladoras CD8 de pacientes de mA?s edad.
A continuaciA?n, los investigadores se centraron en un grupo de trastornos denominados colectivamente vasculitis, enfermedades auto-inflamatorias en las que las cA�lulas T, en combinaciA?n con otras cA�lulas inmunes llamadas macrA?fagos, se alA�an y atacan el tejido vascular. Una forma particularmente potente y mal entendida de la vasculitis es la arteritis de cA�lulas gigantes (ACG), que afecta a los vasos sanguA�neos grandes y en la que la inflamaciA?n es tan feroz que lleva a que los macrA?fagos se fusionen y formen las denominadas cA�lulas gigantes.
El nuevo estudio demostrA? por quA�: los frenos inmunolA?gicos de los pacientes con ACG, sus cA�lulas T reguladoras CD8, se dispararon, dejando las poblaciones de cA�lulas T helper en los ganglios linfA?ticos relativamente descontroladas. Las comparaciones de su sangre con la de sujetos sanos emparejados por edad de control y pacientes con otras dos enfermedades autoinmunes –artritis psoriA?sica y vasculitis de vasos pequeA�os– revelaron un dA�ficit grave en los pacientes con ACG en cA�lulas T reguladoras CD8 productoras de NOX2. No habA�a dicho dA�ficit entre los pacientes con los otros dos trastornos o en los sujetos de control sanos.
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