La inflamación, a examen
Investigadores del departamento de Química de la Universidad Bar-Ilan, en colaboración con estudiantes de la Facultad de Farmacia de la Universidad Hebrea (Israel) han descubierto una nueva familia de sustancias que muestran actividad altamente potente contra la liberación de citoquinas proinflamatorias y la toxicidad inducida por las especies reactivas del oxígeno (ROS) y que podrían servir para tratar diversas enfermedades como, por ejemplo, la diabetes o el hígado graso agudo.
La inflamación, y especialmente la inflamación crónica, son los principales precursores de un gran número de enfermedades como, por ejemplo, el cáncer, inflamación pancreática aguda, enfermedad del hígado graso, diabetes, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, artritis reumatoide, enfermedad hepática crónica, aterosclerosis o esclerosis múltiple.
Estas condiciones patológicas están asociadas con la liberación de sustancias, conocidas como citoquinas proinflamatorias, por el sistema inmune, las cuales participan en la neutralización de patógenos invasores, reparan tejidos dañados y promueven la curación de heridas. Sin embargo, durante la activación crónica o excesiva del sistema inmune, cuando estas citoquinas se liberan de manera incontrolada, pueden conducir a una inflamación innecesaria que con frecuencia causa daño tisular.
Además, las ROS también están entre los principales contribuyentes a muchas enfermedades crónicas y están involucradas en procesos de oxidación. De hecho, aunque las reacciones oxidativas catalizadas por ROS son de gran importancia en los procesos metabólicos y la eliminación de sustancias tóxicas del cuerpo, también están implicadas en daños importantes a las células y tejidos que conducen a la muerte celular, posibles mutaciones del ADN y el envejecimiento.
En este sentido, los nuevos compuestos sintetizados y evaluados por los investigadores israelitas, cuyo trabajo ha sido publicado en ‘Journal of Medicinal Chemistry’, pertenecen a una familia de sustancias de bajo peso molecular llamadas indolinas. En los primeros experimentos, estos compuestos han mostrado una actividad prometedora en el tratamiento de la inflamación pancreática aguda, el daño hepático graso agudo y la diabetes.
«Se espera que otros estudios en personas revelen la utilidad potencial de estas sustancias en el tratamiento de una variedad de enfermedades en las que la inflamación es un importante contribuyente a la enfermedad», han informado los investigadores.
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