La oxitocina, una hormona que inhibe las respuestas al miedo

Julio 2011.- La oxitocina es conocida como ‘la molA�cula del amor’ porque se segrega en grandes cantidades durante el parto y la lactancia, y se cree que refuerza las relaciones sociales. Ahora, cientA�ficos de Lausana afirman que cuando esta hormona actA?a sobre la amA�gdala cerebral, evita que el individuo quede paralizado por el miedo, pero mantiene intacta la percepciA?n del peligro para poder afrontarlo.

Ya se sabA�a que la oxitocina, una hormona que se segrega en el hipotA?lamo, inhibe el miedo al actuar sobre la amA�gdala, que es la estructura cerebral donde se origina esta sensaciA?n. Lo que ahora han descubierto investigadores de la Universidad de Lausana (Suiza) es que esta hormona no bloquea todas las reacciones generadas por el pA?nico: deja intactas las necesarias para actuar ante A�l.

a�?La oxitocina inhibe las respuestas al miedo que se proyectan desde la amA�gdala al tronco del encA�falo y que causan la parA?lisis del individuoa�?, explica a SINC Ron Stoop, uno de los autores del estudio e investigador del Centro de PsiquiatrA�a y Neurociencias de la Universidad de Lusanne (Suiza).

Lo que hace la oxitocina es mantener la sensaciA?n de miedo sin que el individuo se quede del todo bloqueado, de manera que permite al organismo actuar contra este sentimiento paralizador. a�?Mientras las benzodiacepinas (medicamentos que actA?an sobre el sistema nervioso central) eliminan la sensaciA?n de miedo, la oxitocina la mantiene intacta, pero a la vez permite al organismo actuar de una manera mA?s juiciosa aunque la percepciA?n del peligro permanezcaa�?, seA�ala Stoop.

a�?Esta hormona no afecta a otras respuestas que se proyectan de la amA�gdala al A?rea del tronco del encA�falo encargada de regular la expresiA?n fisiolA?gica del miedo, como la frecuencia cardA�acaa�?, aA�ade el cientA�fico.

Los expertos extraen estas conclusiones, publicadas en la revista Science, de un estudio realizado en ratas de las que analizaron su respuesta fisiolA?gica y conductual al miedo. Para ello, controlaron su ritmo cardiaco y las distintas respuestas proyectadas de la amA�gdala al tronco del encA�falo.