Las vacunas mA?s que necesarias

Junio 2015.- La doctora Isabel Romero, coordinadora del servicio de PediatrA�a de HM Hospitales, explica que a�?la difteria es una enfermedad contagiosa muy grave producida por una bacteria (Corynebacterium diphteriae) que afecta a las vA�as respiratorias altas provocando inflamaciA?n y formaciA?n de membranas. Esto provoca obstrucciA?n de la vA�a aA�rea y gran afectaciA?n del estado general con consecuencias muy graves, incluso mortales, para quien la padecea�?. Gracias a los avances de la Medicina, la supervivencia y la calidad de vida de la poblaciA?n es mucho mayor que en A�pocas anteriores. Gran parte del A�xito en la lucha contra las enfermedades la tiene el desarrollo de nuevos fA?rmacos, entre los que se encuentran las vacunas. La difteria fue una de las enfermedades mA?s temidas en el siglo pasado, porque entonces no se disponA�a de ninguna vacuna eficaz.

a�?En EspaA�a, gracias a las polA�ticas sanitarias de financiaciA?n de vacunas y al esfuerzo durante muchos aA�os de pediatras, mA�dicos puericultores y enfermeras, se han conseguido coberturas vacunales cercanas al 95% de la poblaciA?n, hecho del que siempre nos hemos sentido muy orgullososa�?, declara la Dra. Romero. La pediatra aA�ade que desde hace unos aA�os a�?vivimos con preocupaciA?n el aumento de padres que no desean vacunar a sus hijosa�?. Con esta negativa ponen en riesgo real de enfermar a sus hijos y provocan de forma intencionada (no por falta de recursos ni extrema pobreza) que las magnA�ficas coberturas vacunales alcanzadas desciendan.

Ante los argumentos que a menudo utilizan los que no son partidarios de la vacunaciA?n, la Dra. Romero hace las siguientes aclaraciones:

1. «Es mejor pasar la enfermedad que vacunarse»
Con la vacunaciA?n se evita la enfermedad o en el caso de que A�sta se contraiga, que sea siempre mucho mA?s leve. Incluso las enfermedades consideradas tradicionalmente benignas pueden tener complicaciones gravA�simas (por ejemplo, varicela, gastroenteritis por Rotavirusa��) por lo que la vacunaciA?n es siempre recomendable.

2. «Las vacunas no producen inmunidad duradera»
Muchas enfermedades tampoco. Por eso es preciso vacunarse y repetir dosis cada cierto tiempo, es decir, cumplir la pauta que los profesionales recomendamos.

3. «La industria farmacA�utica tiene intereses comerciales»
No hay industria, negocio o actividad empresarial que no tenga intereses comerciales, pero no por ello hay que desconfiar de la profesionalidad, de la seriedad, de la eficacia y de la utilidad indiscutible de las vacunas.

4. «Las vacunas no son seguras, puede ser peor el remedio que la propia enfermedad».
En la actualidad el desarrollo de los medicamentos y en especial de las vacunas, es muy riguroso y pueden pasar muchos aA�os antes de que se comercialice (siempre es preciso contrastar la eficacia contra la enfermedad y la ausencia de reacciones adversas).

5. «Las vacunas tradicionalmente se han relacionado con enfermedades como autismo y encefalopatA�a».
Los avances en el campo de la Medicina (pruebas genA�ticas, determinaciones de laboratorio, estudios de neuroimagen) han permitido poner «nombre y apellido» y conocer la causa de muchas enfermedades que hace aA�os desconocA�amos, y que por ser niA�os vacunados se relacionaba de forma incorrecta con la vacunaciA?n.

6. «Mi hijo no estA? vacunado y nunca se ha puesto enfermo».
Cuando las coberturas vacunales son muy altas, la enfermedad no puede propagarse y «desaparece». Los niA�os vacunados protegen al que no lo estA?. Sin embargo, si aumenta el nA?mero de niA�os no vacunados, o lo que es lo mismo, disminuyen las coberturas de vacunaciA?n, la enfermedad volverA? a resurgir porque se facilita el contagio entre niA�os no protegidos por la vacuna.

Con este caso se ha abierto un debate social sobre la conveniencia de que sea obligatoria la vacunaciA?n infantil, ya que son decisiones tomadas por los padres pero que repercuten en la salud del menor, y que ademA?s pueden tener consecuencias muy negativas para el resto de la comunidad.

a�?El que en los A?ltimos 30 aA�os no haya habido ningA?n caso de difteria implica que una gran parte de los mA�dicos que actualmente ejercemos, los que tenemos menos de 50 aA�os, nunca hemos tratado pacientes con esta infecciA?n. SA?lo conocemos la enfermedad a travA�s de los libros de texto, igual que por fortuna no hemos visto Peste ni Viruelaa�?, seA�ala la Dra. Romero.

SerA�a un retraso enorme volver a luchar contra enfermedades que ya tenA�amos superadas y en este punto creo que no hay discusiA?n posible, por mucho respeto que tengamos a aquellos que opinan que no es bueno vacunar.