Simbiosis entre humanos y canes

Abril 2015.- La mirada entre perro y dueA�o refuerza su uniA?n emocional. Esta es la principal conclusiA?n de un curioso estudio cientA�fico llevado a cabo en JapA?n, en el que la hormona del amor ha sido el eslabA?n entre las dos especies. A?Por quA� los humanos sentimos amor, amistad e incluso apego social por los perros? Posiblemente la evoluciA?n de este animal junto a su mejor amigo haya facilitado esta interacciA?n A?nica, pero a nivel biolA?gico es el papel que desempeA�a la hormona oxitocina a��relacionada con la conducta maternal y paternala�� lo que genera esta estrecha relaciA?n entre especies. AsA� lo demuestran varios experimentos en los que el simple contacto visual entre el can y su dueA�o fortalece sus vA�nculos afectivos.

La relaciA?n emocional que se crea entre padres e hijos o, de forma general, entre personas, en parte se produce por la secreciA?n de la hormona oxitocina, tambiA�n llamada a�?hormona del amora��, responsable de desencadenar una serie de procesos como la creaciA?n de lazos en los descendientes o relaciones sociales con otras personas al implicar la conducta maternal y paternal.

Esta sustancia quA�mica, que tambiA�n actA?a como neurotransmisor en el cerebro de los seres vivos porque funciona en el nA?cleo accumbens a��al que se le atribuye una funciA?n importante en el placer, como la recompensaa�� no solo genera estrechos vA�nculos afectivos entre miembros de una misma especie, sino tambiA�n entre los de especies diferentes. AsA� ocurre con humanos y perros que han establecido un mecanismo instintivo similar al lazo de uniA?n biolA?gico que se crea entre padres y crA�as.

Para demostrarlo, investigadores japoneses realizaron varios experimentos con 30 perros (15 hembras y 15 machos) de diferentes razas y edades, y sus dueA�os (24 mujeres y 6 hombres). Los resultados revelan que perros y humanos refuerzan sus vA�nculos biolA?gicos en un circuito neuronal de retroalimentaciA?n impulsado por la oxitocina, tal y como ocurre entre padres e hijos. Y todo gracias a una simple mirada mutua.

a�?Cuando perro y dueA�o se miran, ambos muestran un aumento de la oxitocinaa�?, asegura Takefumi Kikusui, investigador en el departamento de Ciencia Animal y BiotecnologA�a de la Universidad Azabu (JapA?n) y autor principal del estudio que publicA? a�?Sciencea�?, A?rgano oficial de la AsociaciA?n Americana para el avance de la ciencia. Como detallan en su trabajo, en un primer experimento, los cientA�ficos introdujeron a los perros en habitaciones donde ya estaban sus dueA�os. Durante los 30 minutos que perros y dueA�os permanecieron en su interior, el equipo de investigaciA?n registrA? cada interacciA?n (hablar, tocar y mirar) entre las dos especies.

Al medir los niveles de oxitocina de la orina de perros y dueA�os antes y despuA�s del experimento, los investigadores descubrieron que el contacto visual prolongado entre las mascotas y sus dueA�os propiciA? un aumento en las concentraciones de oxitocina en los cerebros de ambas especies.

De acuerdo con las conclusiones de este trabajo, que ha merecido la portada de a�?Sciencea�?, los dueA�os que mantuvieron mA?s contacto visual con sus perros experimentaron el mayor cambio en los niveles de la hormona despuA�s de interactuar con sus compaA�eros. Pero no solo eso, estos A?ltimos experimentaron un aumento de oxitocina similar.

Para comprobar la existencia de un efecto causal entre el contacto visual y la secreciA?n de oxitocina, los cientA�ficos realizaron un segundo experimento con otros perros en el que se les rociA? la nariz con esta hormona y les colocaron en una habitaciA?n con sus dueA�os y otras personas que no conocA�an.

DespuA�s de media hora, los niveles de oxitocina incrementaron en los dueA�os, lo que aporta mA?s pruebas de la presencia de un circuito neuronal de retroalimentaciA?n en el que estA? involucrada esta hormona entre humanos y perros. En este caso, las hembras respondieron al tratamiento incrementando la cantidad de tiempo que dedicaron a mirar a sus dueA�os.
a�?No hay diferencia entre sexos en cuanto a la secreciA?n de oxitocina. En el primer experimento, no observamos esta diferencia, lo que sugiere que los machos tambiA�n crean vA�nculos con sus dueA�os como lo hacen las hembras. La diferencia entre sexos que observamos fue en respuesta a la oxitocina que aplicamos a los animales. Y esto se debe posiblemente a la diferencia en los niveles de expresiA?n de los receptores de la oxitocinaa�?, puntualiza la doctora Kikusui.

Para entender la creaciA?n biolA?gica de este vA�nculo afectivo entre perros y humanos y demostrar su origen evolutivo, el equipo nipA?n realizA? los mismos experimentos con lobos domesticados. Pero contrariamente a los perros, los lobos no buscaron la mirada de los humanos, incluso habiendo sido criados por ellos.

a�?Los lobos que tienen una relaciA?n muy estrecha con sus criadores no pueden estimular la oxitocina en ellos, posiblemente debido a la falta de contacto visuala�?, indica el cientA�fico. Para Kikusui, a�?el uso de este contacto visual hacia el dueA�o es diferente entre los perros y los lobos, y esta es la razA?n por la que los lobos no tienen este tipo de vA�nculo con los humanosa�?.
Por ello, los expertos sugieren que este mecanismo de uniA?n social especA�fico coevolucionA? tanto en perros como en humanos durante el transcurso de la domesticaciA?n del mejor amigo del hombre, y sus implicaciones sociales son a�?trascendentalesa�?.

Por su parte, Evan K. MacLean y Brian Hare, investigadores la Universidad estadounidense de Duke seA�alan en un estudio tambiA�n publicado en a�?Sciencea�? que este hallazgo ayudarA? a entender por quA� nuestra relaciA?n con los perros es saludable. a�?Los beneficios de la asistencia de los canes en personas con autismo o desA?rdenes de estrA�s postraumA?tico a��condiciones para las que la oxitocina se emplea como tratamiento experimentala�� van en esta direcciA?na�?, concluyen los estadounidenses.