A propA?sito de los a�?anti-algunas -vacunasa�?
Somos responsables de mejorar el legado que Jenner nos entregA? hace mA?s de doscientos aA�os para que nuestros herederos puedan hacer lo propio con los suyos, y asA� sucesivamente
Las vacunas son sin ningA?n tipo de duda la intervenciA?n mA�dica que mejores resultados ha proporcionado a la Humanidad. Que continA?e siendo asA� depende de muchos factores. A?Por quA� digo esto? Pues porque se estA?n produciendo unas circunstancias que coinciden temporalmente y que ponen en entredicho el futuro de las vacunas, de la misma forma que ha ocurrido con otros fA?rmacos como los antibiA?ticos. Desde su descubrimiento y ulterior desarrollo en la dA�cada de los 50 y 60 del siglo pasado cuando aparecieron muchos de ellos, se produjo un abuso en su utilizaciA?n. Creyendo haber encontrado una panacea su uso se popularizA? no solo en Medicina humana, sino en veterinaria como suplementos alimenticios para acelerar el crecimiento de los animales destinados al consumo.
Todo esto nos llevA? a una situaciA?n en la que la presiA?n ejercida en el ecosistema microbiano favoreciA? la apariciA?n de cepas resistentes que eran muy difA�ciles de controlar. Esta a�?locura colectivaa�? en la que todos salA�an ganando hizo que no nos diA�ramos cuenta del riesgo que estA?bamos corriendo. Es cierto que algunos cientA�ficos alzaron la voz de alarma, pero ya se sabe que en estas circunstancias esos mensajes no calan y son calificados como agoreros.
En los A?ltimos aA�os se ha producido una drA?stica disminuciA?n de nuevos antibiA?ticos siendo el motivo mA?s importante su baja rentabilidad relativa frente a otros grupos de fA?rmacos, lo cual desincentiva la inversiA?n en investigaciA?n para el desarrollo de los mismos.
Volvamos a las vacunas. Por un lado estamos en una sociedad que tiene distintas varas de medir la percepciA?n del riesgo. Vivimos en una esquizofrenia colectiva en la que tenemos pavor a subir a un aviA?n mientras que no nos importa conducir nuestro coche habiendo bebido alcohol, rebasando con creces los lA�mites de velocidad e incluso sin ponernos el cinturA?n de seguridad.
Cuando llega la gripe estacional algunos dicen que prefieren no vacunarse porque una vez lo hicieron y pasaron la peor gripe de su vida (lo cual es imposible en la actualidad por la propia naturaleza de las vacuna) y que en caso de que la contraigan estarA?n una semana plA?cidamente en la cama (lo cual tampoco es cierto porque una gripe no se olvida por el malestar generalizado que produce). Todo ello es en realidad porque tienen temor al pinchazo, o a las potenciales reacciones adversas o simplemente porque han oA�do o leA�do que alguien ha dicho que no sirve para nada vacunarse, o lo que es peor, que todo es una conspiraciA?n entre la malvada industria farmacA�utica y las autoridades sanitarias.
Por otro lado las enfermedades infecciosas que antes nos atemorizaban ahora ya no existen o estA?n controladas. La viruela, la difteria, el tA�tanos, la tos-ferina, el sarampiA?n, la rubeola, la parotiditis, la poliomielitis y muchas otras, son recuerdos del pasado. Cuando ya no pueden percibirse sus efectos devastadores, el foco de atenciA?n de la poblaciA?n ya no estA? en la enfermedad infecciosa sino en los potenciales efectos adversos de las vacunas. Esto genera un sentimiento de a�?para quA� me voy a vacunar si esa enfermedad ya no existe y lo A?nico que puede ocurrir es que me pase algo malo cuando ademA?s estoy perfectamente sanoa�?.
Este es el caldo de cultivo ideal para los anti-vacunas y para los que yo denomino a�?anti-algunas-vacunasa�? porque sA?lo estA?n en contra de algunas de ellas. Quiero aclarar que por anti-vacunas me refiero a todos aquellos sujetos que rechazan la vacunaciA?n bajo diferentes supuestos (religiA?n, creencias, supersticiA?n, a��) Pero A�stos no supondrA�an un mayor problema si no existieran los ideA?logos del movimiento que bajo la apariencia de cientA�ficos independientes intentan convencernos de que las vacunas no sA?lo no sirven para nada sino que persiguen malA�ficos objetivos, ademA?s de enriquecer a la industria farmacA�utica. Ellos constituyen el autA�ntico problema, los padres que deciden no vacunar a sus hijos a consecuencia de su influencia son sus vA�ctimas, como sucediA? con el desgraciado caso de difteria acontecido el pasado verano. No me cabe ninguna duda de que los padres lo hacen pensando que es lo mejor para sus hijos (aunque no sea asA�). En cambio dudo mucho de las buenas intenciones de los a�?ideA?logosa�? puesto que detrA?s de su actividad pseudo-cientA�fica hay intereses en forma de variopintos productos que comercializan (diA?xido de cloro, libros, etc) o bien servicios que ofrecen (consultorA�a, conferencias, asesorA�a jurA�dica).
Actuaciones peligrosas
De muy peligrosas pueden calificarse algunas actuaciones y posicionamientos de ciertos colectivos dentro de la AdministraciA?n o cercanos a la misma. Para nada ayuda el que se lleven ciertos debates, en ocasiones muy sesgados, a los medios de comunicaciA?n generalista. No es falta de transparencia para la opiniA?n pA?blica debatir los aspectos relativos a la vacunaciA?n en foros cientA�ficos. La transparencia radica en informar a la poblaciA?n de las decisiones que a ellos les afectan y mostrar la motivaciA?n de las mismas.
Voy a poner algA?n ejemplo del pasado, pero que es muy ilustrativo.
Decir que la vacuna frente al virus del Papiloma Humano no ha demostrado eficacia frente al cA?ncer de cuello de A?tero es una verdad rigurosamente cierta, pero dependiendo del auditorio al que me dirija los resultados son completamente distintos:
- haciA�ndolo en un periA?dico o en la televisiA?n -no me andarA� con tapujos- es terrorismo mediA?tico ya que el receptor del mensaje (el ciudadano) interpretarA? que se ha comercializado una vacuna sin tener datos suficientes -lo cual estA? muy alejado de la realidad- y por tanto estA?n experimentando con nuestras mujeres y niA�as
- haciA�ndolo en un foro cientA�fico nadie se rasgarA? las vestiduras porque los verdaderamente expertos saben que eso no es posible desde un punto de vista A�tico. Para evaluar la eficacia de esta vacuna se decidiA? establecer como parA?metro subrogado las lesiones pre-cancerosas. Si demuestra eficacia frente a las mismas, podremos inferir su eficacia frente al cA?ncer. Por no hablar de que en el grupo de mujeres incluidas en los ensayos y a las que no se vacunA?, hubiera habido que dejarlas evolucionar a cA?ncer para poder demostrarloA?No es A�tico, verdad?
Otro ejemplo es el acontecido con la vacuna de la varicela. Esta vacuna llevaba en las farmacias desde el aA�o 2003 confirmando dA�a a dA�a su eficacia y su seguridad, siendo prescrita por los pediatras y adquirida sin ningA?n tipo de financiaciA?n pA?blica por los ciudadanos. AdemA?s Madrid, Navarra, Ceuta y Melilla la tenA�an incluida en sus calendarios de vacunaciA?n -por tanto con financiaciA?n pA?blica- siendo los resultados en salud extraordinarios. Es cierto que era una situaciA?n un tanto extraA�a ya que dentro de un mismo territorio convivA�an estrategias distintas y esto provocaba desigualdades porque en segA?n quA� comunidades la vacuna era financiada por la propia administraciA?n y en otras eran los ciudadanos quienes asumA�an ese coste. De todos modos no habA�a ningA?n tipo de alarma social puesto que la ciudadanA�a ya estA? acostumbrada a estas diferencias, no en vano en EspaA�a decidimos entre todos apostar por un Estado de las AutonomA�as y la Sanidad es una de las competencias transferidas a las Comunidades AutA?nomas.
a�?Los gobiernos y las autoridades sanitarias dificultan el acceso de las nuevas vacunas, invierten insuficientemente en prevenciA?n y compran las vacunas como si fueran un bien de consumo convencionala�?
ConfusiA?n en la ciudadanA�a
De repente sA� se genera alarma social cuando se decide retirar la vacuna de las farmacias debido a un a�?problema de Salud PA?blicaa�?. La poblaciA?n se preguntaba con razA?n por quA� no se habA�a hecho nada mucho antes y tampoco entendA�a muy bien por quA� entonces se podA�a comprar en algunas farmacias de EspaA�a (Madrid y Navarra) y en el resto no. MA?s tarde ni siquiera en estas dos, pero existA�a la posibilidad de hacer unos kilA?metros y adquirirlas en farmacias de Portugal, Andorra o Francia. Muy pocos entendA�an lo que estaba pasando y la confusiA?n reinaba por doquier.
Pues bien, esto llevA? el debate cientA�fico una vez mA?s a los medios de comunicaciA?n donde el ciudadano confundido veA�a cA?mo los pediatras (que no olvidemos que son los que velan por la salud de sus hijos) estaban en contra de esta situaciA?n y se producA�a un debate pA?blico entre A�stos, autoridades sanitarias y algunos salubristas (que piensan que la mortalidad y las hospitalizaciones entran dentro de lo estadA�sticamente asumible con criterios poblacionales). Una vez mA?s, confusiA?n en la ciudadanA�a que no entiende por quA� una hospitalizaciA?n o incluso una muerte le toque de pleno o en su entorno. Esto es muy interesante porque en el fondo es el quid de la cuestiA?n. El verdadero debate es si las vacunas son la principal herramienta de Salud PA?blica o si son una herramienta exclusiva de Salud PA?blica. Es el criterio colectivo frente al individual.
La discusiA?n se llevA? a un punto muy interesante: algunos creen que las vacunas deben ser universales y gratuitas y por tanto, o tiene acceso toda la poblaciA?n o no debe permitirse que unos pocos lo tengan. No estoy seguro que la sociedad actual comulgue con esta manera de pensar y la prueba inequA�voca de ello es la peregrinaciA?n ciudadana a farmacias de paA�ses limA�trofes en bA?squeda de vacunas que en EspaA�a no estA?n disponibles en nuestras farmacias.
En conclusiA?n, mA?xima confusiA?n para la ciudadanA�a que ha visto como el 29 de Julio de 2015,A�A�A�A�A�A� -todo hay que decirlo, con un nuevo equipo ministerial- el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud decidiA? la introducciA?n de la vacunaciA?n frente a la varicela con una primera dosis a los niA�os entre los 12-15 meses de edad y con una segunda dosis a los 3-4 aA�os, a partir del aA�o 2016.
La vuelta a las farmacias no se ha hecho efectiva todavA�a pero parece ser que serA? durante el 2016 coincidiendo con la implementaciA?n de los programas de vacunaciA?n.
La polA�mica no ha cesado puesto que todavA�a se alzan voces que critican la medida porque dicen que no se ha tomado con la a�?suficiente evidencia cientA�ficaa�?. AdemA?s, se esgrime una objeciA?n que es un clA?sico en el mundo de las vacunas: la protecciA?n a largo plazo. Se argumenta que desconocemos la duraciA?n de la protecciA?n de la vacuna. Asimismo se dice que la inmunidad que proporciona padecer la enfermedad es mayor y mA?s duradera. Es obvio que cuando una vacuna se autoriza para su comercializaciA?n, se desconoce la duraciA?n de la protecciA?n y solo con el paso del tiempo se irA? incrementando este conocimiento. A?Pero es esto un argumento de peso para no usar un remedio preventivo que sabemos que es eficaz y seguro? Pues si pasados unos aA�os se ve que es necesaria la administraciA?n de alguna dosis de recuerdo, se administra como ha ocurrido con tantas otras vacunas.
Por otro lado los gobiernos y las autoridades sanitarias dificultan el acceso de las nuevas vacunas, invierten insuficientemente en prevenciA?n y compran las vacunas como si fueran un bien de consumo convencional.
En la UniA?n Europea la media desde que una vacuna es autorizada hasta que entra en un programa de vacunaciA?n es de 6,4 aA�os. Durante todo ese tiempo el acceso de la vacuna a la poblaciA?n ha sido limitado, restringiendo asA� las posibilidades de beneficiarse de los resultados en salud de su uso. En los A?ltimos aA�os en EspaA�a esta situaciA?n ha sido mA?s extrema. Por un lado algunos salubristas siguen pensando que las vacunas son una herramienta exclusiva de Salud PA?blica y deben de seguir criterios poblacionales en su aplicaciA?n, mientras que otros profesionales como son los pediatras ponen el A�nfasis en la protecciA?n individual. Esto nos ha llevado a situaciones peculiares como las de la vacuna antimeningocA?cica del tipo B y la de la varicela (que ya hemos comentado) que han estado ausentes de las oficinas de farmacia mientras que en el resto de los paA�ses de nuestro entorno la situaciA?n era bien distinta. Prueba de ello es el a�?turismo vacunala�? a Francia, Andorra y Portugal en busca de las mismas y al que ya hemos hecho alusiA?n en pA?rrafos anteriores. En el momento de escribir este artA�culo la vacuna antimeningocA?cica de tipo B ya estA? disponible en farmacias. Todos estos vaivenes no han ayudado mucho a la confianza de la poblaciA?n porque ha visto cA?mo las autoridades sanitarias, salubristas, pediatras y otros especialistas no se ponA�an de acuerdo y reflejaban sus discrepancias en los medios de comunicaciA?n.
Compra centralizada
La compra de vacunas a travA�s de un procedimiento centralizado de adquisiciA?n fue una de las primeras medidas implementadas para la reducciA?n del dA�ficit pA?blico. Es cierto que se consiguieron unos ahorros sustanciales en los que los precios disminuyeron un 40% pero no se utilizaron para mejorar los programas de vacunaciA?n y se perdiA? una gran oportunidad.
Si ademA?s tenemos en cuenta que la producciA?n de vacunas es muy larga y compleja, entenderemos que junto con la falta de previsiA?n en el mercado, el peligro de un desabastecimiento es mucho mayor. Y asA� ha ocurrido, la alta demanda de vacunas combinadas conteniendo el antA�geno frente a la tos-ferina (que estA? presente en las llamadas trivalentes, tetravalentes, pentavalentes y hexavalentes) junto a la poca previsibilidad del mercado debido a que las pautas usadas en todo el mundo son distintas, nos ha llevado a una crisis mundial por la escasez de vacunas. No hay que olvidar que sA?lo hay dos productores globales de las mismas y esto no hace mA?s que agravar el problema.
En este contexto las biofarmacA�uticas pierden interA�s en seguir invirtiendo en el mundo de las vacunas y ya hemos vistos casos de desinversiA?n como el de Janssen (que cesA? en la producciA?n de algunas vacunas de Crucell) y Baxter (cuyas vacunas fueron adquiridas por Pfizer), Novartis (adquiridas una parte por GSK y la otra por CSL) y la consiguiente concentraciA?n en cada vez menos fabricantes. Hay que romper con esta espiral que no es buena para nadie y para ello es necesario un diA?logo y una colaboraciA?n entre todas las partes implicadas, cosa que actualmente no estA? ocurriendo, o al menos no en la medida deseable.
Este clima de colaboraciA?n favorecerA? que entre todos consigamos encontrar una tecnologA�a disruptiva que permita avanzar en mejorar las vA�as de administraciA?n, la cadena de frA�o y la producciA?n. Hay diferentes vA�as abiertas como la nanotecnologA�a, vacunas comestibles, parches con microagujas, proteA?mica, genA?mica a��todo ello redundarA? en vacunas mA?s efectivas, mA?s estables y mejor toleradas por la poblaciA?n y facilitarA?n la logA�stica y por tanto la accesibilidad de las mismas.
Somos responsables de mejorar el legado que Jenner nos entregA? hace mA?s de doscientos aA�os para que nuestros herederos puedan hacer lo propio con los suyos, y asA� sucesivamente.
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