Avances en la enfermedad de las mil caras
Desde que Alfred Vulpain presentó ante la Societe Medicale des Hopitaux de París, en mayo de 1866, los primeros tres casos clínicos de esclerosis en placas (dos de ellos los había aportado el célebre neurólogo francés Jean-Martin Charcot), el conocimiento de esta enfermedad neurodegenerativa ha evolucionado considerablemente. Ambos científicos, considerados los padres de la esclerosis múltiple (EM) estarían sorprendidos con los avances registrados no solo en la descripción de la fisiopatología de la enfermedad, sino también en su abordaje terapéutico. Pero lo más revolucionario, en estos momentos, es la aparición de biomarcadores capaces de predecir el pronóstico de la enfermedad y la respuesta del paciente al tratamiento.
Hace veinticinco años, la aparición de los interferones como primeros tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la esclerosis múltiple, arrojaron esperanza en las personas que la padecen y en su entorno. Con la introducción de los fármacos orales hace ya cinco años, ha cambiado la calidad de vida de muchísimos pacientes que pueden controlar su propia enfermedad con total privacidad. Y hace tres años con la aparición de los tratamientos de inducción, como alemtuzumab, que son capaces de controlar la enfermedad con ausencia de brotes y de aumento de discapacidad en los pacientes hasta siete años, tratando durante solo ocho días, aquellos con esclerosis múltiple activa pueden volver a soñar con una vida normal. Estos datos se han conocido durante la última reunión anual de la Academia Americana de Neurología, celebrada en Los Angeles.
En la actualidad son los Biomarcadores los que empiezan a marcar el futuro de esta patología que, en adultos jóvenes, es la segunda causa de discapacidad después de los accidentes de tráfico. Conocer cómo evolucionará la llamada popularmente “enfermedad de las mil caras” o qué tratamiento será el más adecuado para cada paciente, pudiendo predecir si responderá o no a él, se traducirá a corto plazo en más calidad de vida para los pacientes y, paralelamente, ahorrará recursos al Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, de entre las doce Unidades de Esclerosis Múltiple de referencia nacional para el abordaje de esta patología y tratamiento de cualquier paciente del territorio nacional (CSUR), destaca la del Servicio de Neurología del hospital Ramón y Cajal en Madrid, dirigida por el doctor Jaime Masjuan. Esta Unidad es no solo referencia nacional, sino mundial en el ámbito de los biomarcadores para la esclerosis múltiple. Entre otras cosas, ofrece a sus pacientes todas estas pruebas diagnósticas y pronósticas, para personalizar el tratamiento que mejor vaya a contener los estragos de esta enfermedad. Además, los neurólogos que trabajan en ella participan en los ensayos clínicos más punteros de las terapias que se unirán al arsenal terapéutico en el futuro próximo.
La Esclerosis Múltiple en España
La esclerosis múltiple afecta a unas 47.000 españoles y cada año se diagnostican aproximadamente 1.800 nuevos casos. La enfermedad, en Europa, afecta a 700.000 personas y se estima que a más de 2,5 millones en todo el mundo. La Sociedad Española de Neurología alerta de que en las últimas dos décadas se han duplicado el número de pacientes.
De hecho, la esclerosis múltiple es como ya se dice líneas arriba, tras los accidentes de tráfico, la principal causa de discapacidad en jóvenes. Las razones de este aumento pueden ser la existencia de mejores medios diagnósticos y menor tiempo para llegar al mismo, pero también a factores ambientales que, aunque aún no se han podido determinar con exactitud, apuntan a jugar un papel en la aparición y/o evolución de esta enfermedad, como por ejemplo el tabaquismo, el déficit de vitamina D, la escasa exposición a la luz solar y el cambio de dieta, entre otros.
En líneas generales se trata de una enfermedad neurológica crónica cuyos síntomas más habituales al inicio de la misma son los hormigueos, el adormecimiento de uno o más miembros y/ o la pérdida de agudeza visual y, cuando la enfermedad está avanzada, en debilidad, sobre todo en las piernas, y/o rigidez muscular. Los especialistas destacan que cerca del 70 por ciento de los nuevos casos de esclerosis múltiple que se detectan cada año corresponden a personas de entre 20 y 40 años y en un 85 por ciento de los casos, lo más frecuente es que la enfermedad se presente en brotes, es decir, con la aparición brusca de nuevos síntomas neurológicos.
Como dato adicional subrayar, como se explica en la web de Esclerosis Múltiple España, que en ella se diferencian dos partes principales: cerebro y médula espinal. Envolviendo y protegiendo las fibras nerviosas del Sistema Nerviosos Central tenemos un material compuesto por proteínas y grasas que se denomina mielina. Su misión es facilitar la conducción de los impulsos eléctricos entre las fibras nerviosas.
En la esclerosis múltiple la mielina se pierde en múltiples áreas dejando en ocasiones, cicatrices (esclerosis). Estas áreas lesionadas se conocen también con el nombre de placas de desmielinización. La mielina no solamente protege las fibras nerviosas sino que también facilita su función. Si la mielina se destruye o se lesiona, la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y al cerebro se interrumpe y este hecho produce la aparición de síntomas. Afortunadamente la lesión de la mielina es reversible en muchas ocasiones.
Por último y como recuerdan los especialistas, a pesar de que se ha avanzado mucho en la investigación y tratamiento de la esclerosis múltiple, existe un número importante de pacientes con formas agresivas, que les limita su calidad de vida, y pacientes que ya presentan discapacidad adquirida, para la que aún no hay tratamientos que permitan revertirla.
Noticias relacionadas
Neurofilamentos y sangre periférica
Deja un comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *
Debes haber iniciado sesión para comentar una noticia.
Comentarios
No hay comentarios.